Argumento

Antecedentes
Hacia el año 340 en una remota isla del norte llamada Caledonya habitaban diversas tribus que durante siglos habían permanecido en guerra, Isenios, Pictos, Escotos, Cainos, Cornios y otras observan lo inútil de una confrontación que durante generaciones había diezmado familias enteras, es así como durante ese año diversos representantes de éstas tribus se reúnen en la vasta llanura de Angiem, después de largos debates se llega al consenso de que la guerra debe cesar para que cada uno de los pueblos pueda encontrar la forma de desarrollarse, es así como surge el primer tratado de paz de la historia: el Concordato Blanco y Dorado, instrumento firmado y apoyado por los gobernantes de las tribus y quienes se reunirían una vez al año para revisar la forma en cómo se administraba la frágil paz lograda.

Con el pasar de años y siglos y producto de la paz, las diversas tribus orientaron sus esfuerzos al desarrollo social, agropecuario y económico, dando paso a una creciente economía que requería el desarrollo técnico y tecnológico para poder mantener su crecimiento sostenido, las antiguas tribus se transformaron en regiones con ciudades capitales y floreciente crecimiento que poco a poco atraía a habitantes de todos los confines en busca de bienestar y seguridad, la paz se mantenía… pero no por mucho.

Hacia el año 1090 la isla de Caledonya sufre la invasión de una gigantesca nación: Hibernia, un país poderoso militarmente pero con elevado atraso cultural, y cuyos gobernantes avariciosos deseaban poseer la riqueza que desde lejos brillaba en la apacible isla convertida desde hace años en emporio comercial. Isenios, Pictos, Escotos, Cainos y Cornios había renunciado hace siglos al arte de la guerra, sus débiles ejércitos fueron blanco de las experimentadas tropas hibernias quienes dominaban el campo de batalla y las distintas disciplinas militares de la infantería y caballería.

Durante años, las débiles regiones de Caledonya sufrieron enormes pérdidas materiales y humanas, haciendo frente al invasor que solo se limitaba a saquear y destruir, los defensores sobrevivientes optaron por ocultarse en las altas llanuras de Sarmacia difícilmente accesible para grandes ejércitos, los jefes de las unidades militares de las grandes regiones decidieron volver a estudiar el perdido arte de la guerra bajo la tutela de los maestros jinetes sármatas quienes vieron la necesidad de crear nuevas tácticas, un nuevo ejército y dotarlo de armas derivadas del saber técnico y tecnológico que hizo de Caledonya una isla altamente desarrollada.

Fue así como los antiguos y derrotados ejércitos de las más prósperas regiones de la isla se conformaron como una sola unidad militar basada en la caballería, desarrollaron nuevas técnicas de fundición que les permitió crear armaduras más resistentes y espadas más filosas, perfeccionaron el arte del espionaje y la encriptación de las comunicaciones, se reestructuró el mando operativo de este nuevo ejército creando un alto mando para las operaciones de combate y un órgano asesor encargado del análisis situacional del enemigo, ambas cabezas del ejército se combinaron de manera perfecta ejecutando ataques puntuales a las posiciones avanzadas hibernias en distintas partes de la isla.

Tras 2 años de una guerra de guerrillas extenuantes, iniciando el mes de brumario, los altos mandos de Hibernia deciden reposicionar todo su ejército hacia las tierras altas de Sarmacia, para ello se concentran en Angiem que con sus grandes llanuras puede albergar a todas las unidades para una mejor redistribución, oportunidad ésta que esperaba el alto mando Sármata para asestar un duro golpe al ejército, lo cual sucede a mediado del mes nivoso del 1095, la superioridad táctica y tecnológica combinada con el sabio uso de la información de inteligencia permitió compensar la inferioridad numérica en el campo de batalla al hacer frente a las tropas hibernias durante 3 días de intensos combates, siendo una victoria decisiva en el campo de batalla lo que determinó la expulsión de los invasores de la isla pocos meses después de la batalla de Angiem.

Reestablecida la paz en todos los territorios insulares, se hizo menester reestructurar la forma en cómo sus habitantes y principalmente sus gobernantes habían estado administrando las pequeñas naciones en que se habían convertido las regiones, decidieron que jamás volverían a sufrir una invasión y el dominio extranjero y entre todos propusieron la unificación definitiva de los territorios de Caledonya, si en la guerra la unión fue lo que les valió la victoria frente al poderoso invasor, en la paz será la que les dé la supremacía para desarrollarse como nación que nunca más volvería a ser conquistada.

Surge entonces el Reino Unido de Caledonya un día 21 del mes de mesidor en el año 1100, el antiguo tratado de paz, el Concordato Blanco y Dorado es sustituido por la Constitución Real de los Reinos de Caledonya, que convierte a toda la isla en una sola nación bajo un mando único de un Rey asesorado por un Consejo de Regencia integrado por los delegados de todas las regiones, se estableció la capital de esta nueva nación en la llanura de Angiem en donde se fundó una magnífica ciudad que concentraría los poderes públicos y el ejército, así como también los centros de desarrollo e investigación de nuevas técnicas y tecnologías que permitieran la innovación en las distintas áreas de las artes y las ciencias humanas, se establecieron universidades y bibliotecas que atesorarían el saber y lo impartirían a las nuevas generaciones.

No obstante el surgir de la nueva nación, ésta no olvido aquello que le dio riqueza y desarrollo, por lo tanto se lanzó a los mares del mundo a recorrer amplias zonas tanto marítimas como terrestres, explorar lo no descubierto anteriormente y establecer buenas relaciones con aquellas tribus, ciudades o naciones que bien quisieran acoger con entusiasmo canales comerciales con el Reino Unido de Caledonya.

Para el año 1500 la nación había desarrollado de forma extraordinaria el arte de la navegación, se había descubierto por los viajes de exploración la redondez del planeta que habitaban y se creaban nuevas formas de comerciar con esas nuevas naciones que entablaron relaciones diplomáticas con el Reino. Sin embargo los exploradores caledonios fueron sorprendidos por amplias zonas terrestres, del otro lado de los océanos, sin habitar o con pocas tribus bárbaras, esas zonas, ricas en toda clase de minerales y con tierras fértiles constituyeron un nuevo reto para el Reino ya que al estar deshabitadas en su mayoría, optaron por reclamarlas bajo jurisdicción militar y civil. Había nacido la época colonial.

Para el año 1600 se funda la Real Oficina de Asuntos Coloniales, que establece la creación administrativa de varios territorios en las enormes regiones que ocupan las tropas expedicionarias, entre las varias funciones de esta dependencia que reportaba directamente a la corona, estaría el establecimiento de colonos traídos de Caledonya a fin de fundar poblados que más tarde se convertirían en ciudades, explotación de los recursos naturales para el comercio a través de diversas compañías que tendrían concesión para dicha labor, y el estudio antropológico de las diversas etnias que fueran encontradas para su posterior absorción e integración como ciudadanos del Reino con programas especiales de adaptación social que buscaban una armonía entre la civilidad que traían los exploradores y la barbarie que tenían los nativos, aunque no siempre de forma pacífica. Las regiones que se fundaron fueron las siguientes:



Región Erytrea – Zephyrea:






Región Ausonia – Tyrrhenum:






Región Tharsis – Syrtis:




Para el año 1800 crecía un fuerte comercio entre las lejanas regiones y el Reino, durante 200 años la intensa colonización dio lugar a un mestizaje en donde los ciudadanos se mezclaron con los autóctonos del lugar, y a pesar de que siempre tuvieron la protección militar y el gobierno civil de la madre patria, éstos colonos comenzaron a dejar de sentirse como tal para empezar a sentir más apego a la tierra que trabajaban que a la tierra que los gobernaba desde el otro lado del mundo, poco a poco fueron surgiendo sus propias costumbres, tradiciones y demás prácticas que los hacían únicos pero que con el pasar de los años los distanciaban de sus conciudadanos de Angiem.

Esta situación fue poco a poco acrecentándose, algunos prominentes científicos, literarios, artistas y políticos empezaban a debatir para el inicio de 1905 la necesidad de obtener más autonomía de parte del Reino, autonomía ésta que no era bien vista ya que eran los obvios pasos hacia una separación que podía derivarse en independencia  (de alguna forma era temida y esperada por los monarcas durante siglos), para ese año se introdujeron importantes reformas a la carta magna concediendo ciertas libertades civiles y de comercio para todas las regiones así como la posibilidad de elegir a sus gobernantes (con un previo visto bueno) que estarían en todo momento supervisados bajo la atenta mirada de la capital, de igual forma el poder monárquico sufrió transformaciones que hicieron posible la división de las funciones de Gobierno y las funciones de Estado, es decir, un Rey y un Primer Ministro, la época de la monarquía absoluta llegaba a su fin, a pesar de la sabiduría con la que habían gobernado los monarcas desde aquel lejano año de 1100 cuando decidieron fundar la nación, los tiempo cambiaban y era menester adaptarse a la dinámica de un mundo cada vez más consciente de sí mismo.

Todo parecía discurrir con normalidad, pero para 1910 un nuevo gobierno de corte totalitario asume el mando en la República de Hibernia, con una marcada tendencia nacionalista a ultranza comienza a apelar a sentimientos patrios para expoliar la población y hacer que ésta se enrole en el ejército alegando la necesidad de buscar “espacios vitales” que permitan el desarrollo del país, su crítica más encendida se dirige contra el Reino de Caledonya a quienes acusa de monopolizar mundialmente el comercio con distintas regiones que establecieron tiempo atrás diversas leyes en detrimento de aquellas naciones que no le fueran leales, amén de rememorar la época en la cual su país invadió la isla cuando ésta todavía no se había unificado, la consigna era “tomar la tierra que ya fue conquista por sus antepasados”.

Lo inevitable sucede, el 1º de termidor de 1915 la República de Hibernia declara la guerra al Reino de Caledonya, ésta a pesar de los esfuerzos diplomáticos destina ingentes cantidades económicas al desarrollo técnico y tecnológico militar, las regiones autónomas de Syrtis, Tharsis, Tyrrhenum, Ausonia, Zephyria y Erytrea olvidan por un momento sus diferencias con el Reino y le juran lealtad entrando en la conflagración militar que hace que gran parte de su población tome las armas. La guerra se prolonga por 3 años, tras lo cual no existe un claro vencedor, Caledonya, fiel a su principio conciliador logra hacer grandes esfuerzos para sentar en la mesa de negociaciones a los representantes del gobierno de Hibernia, y éstos lo hacen solo cuando comienzan a ver que la balanza de la guerra está inclinándose a favor de la gran nación y sus colonias, el 5 de pradial de 1918 se firma un “Armisticio” Hibernia sabe que está en desventaja ante el poderío económico e industrial militar de Caledonya y por ese motivo accede a hacer una pausa bélica, se conforman comisiones especiales que vigilan la aplicabilidad del “Acuerdo de Rheged” (nombre con el cual se designa al armisticio), se fija una zona desmilitarizada para evitar confrontaciones y se establece demarcación fronteriza de los ejércitos beligerantes que coinciden en el paralelo 38.

Para 1920 el Reino de Caledonya propone negociaciones que permitan convertir el armisticio en un tratado de paz permanente, sin embargo la República de Hibernia no esta avenida a modificar el statu quo del armisticio, el sentimiento de derrota que invade a su gobierno y población hace que ésta dirija una política secreta de rearme con la esperanza de “ajustar cuentas” en un futuro no muy lejano, por el contrario, Caledonya comienza un plan de reconstrucción y desarrollo de su territorio y el de sus regiones autónomas que han sido las que más sufrieron los embates bélicos, los esfuerzos económicos están orientados a restablecimiento de los lazos comerciales por mar y tierra con los lejanos territorios pero a la vez con la intención secreta de observar lo que hacen los aliados y vecinos de Hibernia, aceptan para 1930 que tarde o temprano habrá una nueva confrontación puesto que 10 años de esfuerzos diplomáticos para lograr la paz han sido en vano. Secretamente los gobernantes de las regiones autónomas protestan esta falta de ímpetu e iniciativa de Angiem para lograr la paz, habida cuenta que están en pleno proceso de reconstrucción.


Llega el año de 1939 con una terrible sorpresa, el nuevo gobierno nacionalista de Hibernia rompe relaciones diplomáticas el 12 de brumario alegando repetidas y no probadas violaciones al Acuerdo de Rheged, durante años y de manera secreta informes de espías han asegurado que Caledonya había destinado sus esfuerzos post bélicos a la reconstrucción de sus provincias autónomas ultramarinas, dejando en un muy relegado segundo lugar las políticas de rearme y desarrollo armamentista no obstante poseer importantes avances científicos. En este punto la dirigencia de Hibernia toma la decisión de que ha llegado el momento de tomar represalias y diseña un plan de invasión de las colonias caledonias pensando que Angiem no podrá defenderlas todas a la vez.

El 30 de brumario se da luz verde a la operación “Caso Blanco”, el plan preveía un inicio de hostilidades antes de la declaración formal de guerra que pudiera servir como casus belli contra Caledonya frente a la comunidad internacional. La idea general era la aplicación del nuevo concepto táctico de guerra total (por aire, mar y tierra), usando penetraciones profundas de las unidades blindadas y móviles creando grandes bolsas de unidades enemigas que, una vez aisladas, serían destruidas o capturadas por las divisiones de infantería que vendrían detrás.

La invasión debía contar con tres ejes de avance diferenciados:

  • El ataque principal, desde el territorio nacional hibernio sobre toda la frontera con la región Erytrea – Zephyrea. 
  • Un eje de ataque secundario por el este sobre toda la frontera con la región Ausonia – Tyrrhenum. 
  • Un eje de ataque terciario por parte de fuerzas aerotransportadas sobre la lejana región de Tharsis – Syrtis.

El Reino de Caledonya se rinde ante las evidencias beligerantes de su vecino, decide en una sesión extraordinaria del Parlamento, celebrada el 31 de brumario, declarar la guerra a la República de Hibernia, a sabiendas que debe luchar en 4 frentes, decide darle más autonomía de mando a las gobernaciones de las regiones e incluso mayor libertad a los mandos militares regionales para la creación de defensas y planes de contraataque llegado el momento, diseña políticas especiales de transformación industrial que prevén la modificación de las interminables cadenas de producción de alimentos y productos para fabricar armas y municiones, como en los tiempos de antaño cuando fueron invadidos por los bárbaros hibernios, el país se une y destina todo su potencial científico intelectual a diseñar armas que permitan acabar rápidamente con la guerra.

No sucede de esa forma. En un principio el poder militar hibernio desborda las defensas en todos los frentes, las regiones son rápidamente capturadas pero la amplitud de las zonas conquistadas hace muy difícil a los atacantes pacificar todo el territorio, se limitan a intentar el control en las zonas claves como puertos, aeropuertos, caminos principales, puentes, autopistas, vías férreas, etc. con la esperanza de mantenerse lo suficiente para forzar una rendición por parte de Caledonya quien sufre una intensa campaña de bombardeos destinada a preparar la invasión a la isla con fuerzas aerotransportadas.

La guerra se hace a escala global y como nunca antes se había visto, la industrialización de ambas naciones hace posible la fabricación de enormes cantidades de armamento que por primera vez se elaboran en mayor cantidad que cualquier otro bien.

Hacia finales de 1944 y tras 5 años de guerra, los científicos de Caledonya, expertos en física e ingenieros industriales logran una proeza: la división controlada del átomo, algo nunca antes realizado y que implica un extremo peligro debido a la cantidad de energía que se libera en el proceso, posteriores refinamientos de los pasos de división atómica al que llaman “fisión nuclear” permiten determinar la cantidad de energía a liberarse pero por sobre todas las cosas, el control de cuánta energía debe ser liberada y el momento en el cual se desea liberar esa energía, todos estos descubrimientos siempre en el más absoluto de los secretos, llevan a la fabricación de la primera arma que funciona con energía proveniente de la disgregación del átomo; ha nacido la era de las armas nucleares. Para este momento Hibernia peleaba una guerra defensiva ya que su potencial industrial acusaba gran desgaste para hacer frente a los requerimientos bélicos y la manutención de los territorios ocupados, no así sucedía con su rival ya que la política dictada por Angiem de autonomía militar a las regiones en ámbitos tácticos y estratégicos descargó de los hombros de Caledonya el peso absoluto de la guerra, permitiendo a cada región hacer frente al invasor según sus capacidades y geografía.

El 5 de fructidor de 1945 Caledonya decide llevar a la práctica ataques nucleares contra el territorio de Hibernia lo cual causa asombro y consternación en la población debido al grado de destrucción que causan este nuevo tipo de armas, los ataques se centran en el complejo industrial militar enemigo pero lamentablemente se cuenta por cientos de miles las víctimas civiles, paralelamente y de forma coordinada, las regiones autónomas lanzan grandes contraataques que obligan a los ejércitos expedicionarios hibernios a una retirada que en algunos casos es ordenada y en otros un caos; las tornas de la guerra cambian definitivamente y Caledonya está en posición de exigir una rendición incondicional a su eterno enemigo, la cual es aceptada a la media noche de 1 de pradial de 1945.

El 8 de pradial se firma la rendición incondicional con la retirada absoluta de todos los ejércitos hibernios de las zonas invadidas, Hibernia misma es ocupada por fuerzas caledonyas quienes instauran un gobierno provisional a la espera de realizar elecciones democráticas que permitan desterrar el pasado belicoso de la nación vencida.


Situación Actual

Han pasado 5 años desde la rendición de Hibernia y el final de la guerra, el proceso de reconstrucción de los países beligerantes ha sido un camino lento y doloroso, Caledonya se encuentra en la difícil situación de administrar un país vencido, reconstruir su propio territorio y poder ayudar en la reconstrucción de sus excolonias. El Primer Ministro piensa que es hora de dar total libertad a las regiones autónomas otorgándoles su independencia definitiva y anhelada durante mucho tiempo, independencia que se han ganado no solo por derecho propio sino por haber demostrado lealtad durante los difíciles años de la guerra, la propuesta de independencia es discutida en sesión privada con el Rey quien está de acuerdo y ambos se presentan en el Parlamento a fin de que sea debatida en las cámaras de diputados, el resultado de éste debate es la Declaración de Intención de Libertad, documento oficial del Reino de Caledonya por el cual se emiten las órdenes para que las regiones procedan a construir su propio futuro y el de sus habitantes dentro de un marco jurídico que permita un gobierno democrático en consonancia con los valores más altos que tiene la humanidad. El documento también establece la retirada total de las fuerzas armadas caledonias así como toda la estructura burocrática gubernamental sobre la cual se sustentaba la administración de Angiem en esos territorios.


Misión

Usted como habitante de los territorios que antes pertenecían al Reino de Caledonya tiene ahora la oportunidad de fundar su nación basada en un sistema político que administre el Estado y el Gobierno, crear un modelo económico para un crecimiento sostenido en atención a sus condiciones geográficas, unas fuerzas armadas capaces de defender la soberanía, un sistema de gobierno con poderes públicos que generen políticas para el desarrollo social con todo lo que ello implica (en los ámbitos de: educación, salud, trabajo, justicia, etc.), una constitución que, como carta magna, cree un marco jurídico para el conjunto de leyes que usted debe promulgar a través del poder público respectivo y permita el control social de la mano del crecimiento de las comunidades, generar políticas internas inclusivas que faciliten el desarrollo de todos los individuos de la sociedad y políticas internacionales que permitan la incorporación de su nación al escenario mundial.

No estará solo, el Primer Ministro de Caledonya ha sido comisionado como asesor en la construcción de su nación, como regla general sus opiniones tienen el valor de una sugerencia o consejo ya que usted es el que debe tomar la decisión final sobre cada aspecto a considerar, no obstante la figura del Primer Ministro en algunas ocasiones tendrá el rol de mediador y en otras el de árbitro decisor; recuerde que su pueblo tiene como prioridad un Estado que agilice la reconstrucción, deberá hacerle frente a todas las situaciones que puedan surgir en el curso de las acciones que realice, deberá enfrentar la realidad de unos indicadores sociales y económicos muy bajos y que deben comenzar a subir lo más pronto posible.

En fin, en sus manos está el futuro de todo un pueblo que busca nuevos líderes, sueños y esperanzas, tiene la oportunidad única en la historia de construir su propio destino y el de sus conciudadanos. Buena Suerte.

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